Hace tan solo dos años que su anterior disco vio la luz. En trabajos como aquel, la verdad es que dos años parecen poco tiempo, porque cada disco de este grupo supone un nuevo reto, un nuevo viaje a otra realidad, un mundo que transcurre junto al nuestro del que descubrimos cosas nuevas con cada escucha y que cambia de aspecto con el tiempo. “Rapid Eye Movement” o “Second Life Syndrome” son, en ese aspecto, discos inmortales.
Sin embargo “Riverside” no podían permanecer ociosos y después de editar un fantástico directo en CD y DVD, los polacos volvieron al estudio para grabar un nuevo lanzamiento, el primero fuera de su trilogía “Reality Dream”. Este particular dio pie a especulaciones sobre hacia donde iría el sonido del grupo, que se acrecentaron tras el lanzamiento de “Lunatic Soul”, el primer disco en solitario de Mariusz Duda, bajista, cantante y principal compositor de Riverside.
No tardo mucho en llegarnos un nombre. “Anno Domini High Definition” y poco después, la genial portada que podéis ver a la cabeza de esta review. A priori, el camino empezaba bien, con un titulo enigmático y una portada visual y conceptualmente interesante. Pero como siempre en estos casos, lo más importante es el interior. Un interior que se compone de cinco canciones, por un total cercano a los cuarenta y cinco minutos. El disco mas corto de Riverside por una amplia diferencia ¿será positivo o negativo esta reducción de minutaje? Fan acérrimo del progresivo como soy, sé que la duración de un disco en este estilo no es un indicador fiable para hacer conjeturas, que nos sirvan de ejemplo los solo 36 minutos del ultimo y genial disco de Cynic o los mas de 96 del “Six Degrees Of Inner Turbulence” de Dream Theater. Visto el panorama, el único método realmente eficaz para conocer como suenan los nuevos discos de Riverside era, simple y llanamente, darle al play.
Lo primero que suena se llama “Hyperactive” que comienza de forma relajada, con unas interesantes líneas de piano, que desaparecen tras un riff, que a su vez se difumina con la entrada de un ritmo de batería, seguido del completo de la banda, para dibujar una estructura y una melodía mas que interesante. Resulta interesante el efecto que produce la voz de Mariusz en las primeras estrofas, en las que en cada línea la música se detiene para dejar a Mariusz “a capella”. A medida que avanza la canción, el vocalista tendrá mas apoyo musical bajo sus líneas vocales, hasta contar con la instrumentación completa del grupo.
“Hyperactive” es un tema directo, con buenos momentos para el headbanging y con la clase que ha caracterizado hasta ahora a Riverside. Una excelente labor compositiva facilita las grandes interpretaciones al bajo, los teclados, la batería y la guitarra...Vaya, todo el grupo. No podríamos haber comenzado con mejor pie.
“Driven To Destruction” tiene un comienzo particularmente efectivo, un arranque dibujado en un “in crescendo” paulatino, que da pie a una sección instrumental marca de la casa. Los cambios de tempo y la variedad y gusto en el uso de los distintos elementos y detalles que conforman esta canción, demuestran el cuidado que el grupo ha puesto en las estructuras de este disco y el carácter directo (siempre dentro de los cánones de su estilo) nos demuestra que Riverside han querido dejar claro desde el principio que no solo son grandes creadores de atmósferas, sino que también son capaces de construir canciones con pegada, que funcionen verdaderamente bien en directo.
“Egoist Hedonist” nos presenta una ambientación inicial particular, como el amortiguado sonido de una multitud charlando en la calle. Casi desde el comienzo se dibuja una melodía mágica, diferente y para mi gusto mas “profunda” que las anteriores. Es uno de mis temas favoritos y, a pesar de la calidad de los dos temas anteriores, que sin duda sorprenderán a mas de uno, es con “Egoist Hedonist” cuando Riverside comienzan a mostrar toda su capacidad. Casi nueve minutos son una duración mas que aceptable para que una formación de estas características nos muestre su potencial Y cuando cerca del minuto 2:50 aparece “ese” riff...yo tengo que rendirme ante unos maestros de su genero. Sorprendente inclusión de lo que creo, si no me falla el oído, es una trompeta.
En este tema, el tercero de cinco, el grupo ha profundizado aun más en la concepción de las melodías y la estructura general de la canción, incorporando algún pequeño pasaje ambiental más trabajado que en “Driven To Destruction”, pero sin perder de vista el punto directo que venían demostrando sus predecesoras. Sin embargo y a pesar del gran tema que es “Egoist Hedonist”, lo mejor del disco aun esta por llegar.
Para finalizar este nuevo viaje nos quedan dos canciones, dos temas que superan los diez minutos, el primero, “Left Out”, con casi once minutos de duración, se convertirá probablemente en el favorito de muchos dentro de este disco. Nuevamente nos encontramos con un comienzo ambiental, esta vez relajado, melancólico, heredero de sus anteriores discos. Este inicio, culminado con una sentida aportación de las seis cuerdas, progresa nuevamente “in crescendo”, ganando fuerza gracias a unas líneas de bajo más potentes y un ritmo de batería mas apropiado, bajo un genial solo de guitarra y cuando todo apunta a que vamos a entrar en la parte más directa del tema, volvemos a bajar y a degustar esa magnifica habilidad del grupo para construir atmósferas. De alguna manera, casi sin que nos demos cuenta, la intensidad aumenta regularmente, suavemente hasta alcanzar verdadera fuerza hacia la mitad de la canción. Una vez mas, la pericia compositiva del cuarteto favorece grandes interpretaciones en todos los instrumentos. Un gran tema y, como digo, un serio candidato a favorito para muchos casi con seguridad.
La guinda final del trabajo es “Hybrid Times”, con cerca de doce minutos. También tiene ingredientes para granjearse el favor del publico y es mi corte preferido de este trabajo junto a “Egoist Hedonist”. Se trata de un corte más potente que su predecesora, pero igualmente genial en el aspecto compositivo e interpretativo. Lo más destacable del tema es, seguramente, la fluidez con la que evoluciona. Y al igual que con “Egoist Hedonist”, nos encontramos ante una conjunción ideal entre el lado más directo y enérgico del grupo y su lado más ambiental, pero esta vez si toparnos con pasajes relajados, dejando un corte perfecto para interpretarse en directo.
“Anno Domini High Definition” es un disco que nos ofrece una visión diferente de la música de Riverside. El grupo ha sabido reinventar su sonido sin perder un ápice de su identidad, lo cual siempre es loable. Para los que gusten de hacer comparativas, en este nuevo trabajo de los polacos no es difícil encontrar ciertos paralelismos con el ultimo lanzamiento de Porcupine Tree, el afamado “Fear Of A Blank Planet”. Pero lo más importante, es que es un buen disco, muy bueno, que cumple con creces las expectativas que tenia puestas en el grupo.